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Corazón de Venezuela - Sangre Vinotinto
Abro los ojos, lo que siempre siento, la emoción que casi sobrelleva al cuerpo. Lo compruebo cada vez que mi corazón late como si quisiera salir, quizá quiere jugar sin ayuda del resto del cuerpo.
Justo antes de cerrarlos, me atacaban los nervios de siempre, ya mi mente se acostumbró a la lucha por mantenerse atente y preparada, los problemas deben estar fuera de la cancha, muy lejos de aquí... -uf-tengo mucha gente aquí a la que no puedo decepcionar. La sangre va tan rápido que se sienten las venas contra la piel, era un poco molesto, pero me acostumbré a la parte buena, sentir la adrenalina y la anticipación a un partido en el que quiero, no, queremos darlo todo.
Somos los 11 titulares, sin contar también los importantes 11 compañeros más y todo el equipo técnico, sin embargo esos no somos todos, nunca debo olvidar que los gritos afuera no los estoy alucinando, ellos son parte del equipo. -"Toda Venezuela Vinotinto"- siempre me viene a la mente de algún lado, y es justo porque ése es mi equipo.
Somos profesionales, sabemos manejar la presión y entrenamos siempre, sudor y esfuerzo para mejorar, claro que quiero estar en un mejor equipo y lo hago por mí mismo, pero cuando nos llaman a usar este uniforme y este color !es lo mejor!, cargar con expectativas pero también con los vítores de un país que no puede hacer menos que hacerte sonreír.
Los cantos, la gente vociferando sus corazones en ellos, para apoyarnos a llegar lejos, porque quieren sentirse orgullosos de nosotros y del lugar de dónde venimos, es lo que me encanta. Y fuera se escucha -¡La Vinotintooo!, ¡Que viva! ¡Que viva!- Me encantan los cantos que nuestro país inventa, somos geniales en eso, ¿Quién más podría hacer reír a todos en un momento de tensión de millones de personas? y eso hace que una sonrisa crezca en mi rostro cuando voy a jugar por ellos, como ahora mismo, y la inquietud emocionada en el corazón de salir a la cancha -Jajajaja- mi risa se oye muy bien cuando es para celebrar ese sentimiento y ya estamos listos, todos con el uniforme preparados para el juego, volteamos hacia los demás y sonreímos, ahora Agnel me mira y me dice -¿Listo?- y la completa verdad respondo -Por supuesto- no podríamos estar menos que listos con todo el empeño que le hemos puesto para estar aquí y las miradas que tenemos todos mientras nos dirigimos a la salida del túnel con nuestros pequeños de la mano, ellos también saben que este momento es magnífico, por eso también ríen emocionados, confío que serán aún mejores para este país que nosotros. Quizá le estoy sosteniendo la mano al que en un futuro lleve la banda de capitán que llevo yo, me encuentro sonriendo ante la idea y no sé si me lea la mente pero él me sonríe de oreja a oreja en respuesta. De fuera llega el sonido del locutor que hasta ahora había ignorado -"Y ahora entrando al campo Nuestro Equipo Nacional, orgullo de Venezuela ¡La Vinotinto!"- Esa es nuestra señal y adentro solo digo en respuesta -¡A la carga, Vinotinto! mientras avanzamos hacia la luz de un túnel en el que no espera la muerte, sino la gloria del deporte que amamos.