MI FANÁTICO ESPECIAL
Carlito era un niño campesino, tenía grandes ilusiones vivía rodeado de animales de granja de personas humildes y trabajadoras; Carlitos nació con un trastorno, pero aparte de esta dificultad era un niño cargado de energía futbolística, él era el fanático más extraordinario del mundo, se la pasaba día y noche hablando solito con las maticas de plátano, yuca y los animales del campo, Carlito se imaginaba a todos ellos como los grandes futbolistas del equipo más grandioso para él, la vinotinto, es que su trastorno bipolar nadie lo entendía pero él podía hacer todas las funciones de cada miembro del equipo, además la capacidad de carlito para reírse y colocarse molesto o enojado era tan fácil que todos sus vecinos y familiares lo observaban como una cosita extraña; nada que ver Carlitos gritaba como un gran fanático, cada gol de una mata de plátano, yuca o cada pase fantástico de una gallina, perro o gato era para su mundo la mejor jugada que podría observar carlito en su cabecita, es que cual partido de futbol es bueno en todo el sentido de la palabra si no se tiene la presencia de un grupo de fanáticos que hacen de cada jugada la mejor del universo. Por eso cada día Carlito corría, reía, hablaba, lloraba y hasta gritaba todo esto acompañado de sus amigos jugadores imaginarios, estrellas que organizaba cada amanecer para luego sentarse y deleitar el partido más esencial e importante del año, es que cada partido para un fanático es el más significativo por eso carlito creaba las jugadas imponentes como cualquier fanático desea mirar cuando se sienta en una grada de un estadio o una simple cancha de futbol de tierrita, Carlito convertía el patio de su casa en su majestuosa cancha por eso las piedras, la hierba y la tierra solo complementaban su partido. Al anochecer e irse a la cama su imaginación recorría todos los estadios de Venezuela y es que su gran anhelo como niño campesino es poder volar lejos y llevar en su pecho el color de su equipo campeón. Fin