< Atrás
Hace dos años empecé a dibujar sobre un tema que inspiraba a pocos artistas, el fútbol venezolano; a pesar de la falta de técnica quise plasmar mi amor por la Vinotinto.
Sin importar eso pude recibir el apoyo de muchas personas, en su mayoría hinchas del Rojo. Gracias a ese aliento ese niño de 14 años llegó a donde solo sus sueños lo habían llevado antes, a ser el primer caricaturista del fútbol venezolano. Esa misma pasión la que me ha inspirado a realizar obras de tal magnitud como para sacrificar noches de sueño y horas de estudio, pero ha resultado el trabajo más satisfactorio que he experimentado ya que he visto a todo un país identificado con mis obras que reflejan el amor de millones por una camiseta.
El fútbol venezolano me demostró que sus espacios no se limitan solo a aquellos que son capaces de jugarlo, es un deporte tan hermoso que se hace parte de nuestras vidas e inunda de pasión los corazones.
Todo esto ocurrió en una etapa donde nos inquietamos ante una constante pregunta que representa lo que un adolescente será por el resto de su vida “¿Qué vas a estudiar?”.
Al pasar el tiempo me di cuenta de que lo único que deseaba era dibujar y representar visualmente el mundo, eso me llevó a explorar los distintos caminos del arte; ya una hoja de papel y un lápiz no eran suficientes y nunca lo serán cuando quieres expresarle tantas cosas al mundo, un mundo con una población que debe empezar a concientizar lo que está bien y lo que está mal ya que si no lo hacemos nadie podrá salvarnos de nuestros propios pecados.
Debido a esto es que quiero llevar mi arte hacia otros caminos y perspectivas, usándola para el beneficio de toda la humanidad y para que seamos artistas de un mundo mejor, esto no significa que abandone el hecho de dibujar sobre el fútbol nacional, estas son mis pasiones y eso es algo imborrable en mí ser. Sin embargo, estando a solo meses de iniciar mis estudios universitarios buscando la mejor formación posible para llevarles estos mensajes al mundo y al país tuve que finalizar esta etapa como caricaturista del fútbol venezolano que impulsó mi carrera.
Hoy me dedico a explorar nuevas técnicas de trabajo, estudiar la vida de grandes artistas que han sido orgullo para nuestra humanidad y empezar un camino hacia un nuevo sueño… Dejar en alto el nombre de Venezuela en el exterior y, dentro de lo que pueda, dibujar un país y un mundo mejor.
Para finalizar quiero agradecerle a todas las personas que me han brindado su apoyo y oportunidades en esta etapa de mi carrera: medios de comunicación, colegas artistas, jugadores de fútbol, familiares, amigos y muy especialmente a la Barra del Caracas FC por tantos momentos únicos.
Sin importar eso pude recibir el apoyo de muchas personas, en su mayoría hinchas del Rojo. Gracias a ese aliento ese niño de 14 años llegó a donde solo sus sueños lo habían llevado antes, a ser el primer caricaturista del fútbol venezolano. Esa misma pasión la que me ha inspirado a realizar obras de tal magnitud como para sacrificar noches de sueño y horas de estudio, pero ha resultado el trabajo más satisfactorio que he experimentado ya que he visto a todo un país identificado con mis obras que reflejan el amor de millones por una camiseta.
El fútbol venezolano me demostró que sus espacios no se limitan solo a aquellos que son capaces de jugarlo, es un deporte tan hermoso que se hace parte de nuestras vidas e inunda de pasión los corazones.
Todo esto ocurrió en una etapa donde nos inquietamos ante una constante pregunta que representa lo que un adolescente será por el resto de su vida “¿Qué vas a estudiar?”.
Al pasar el tiempo me di cuenta de que lo único que deseaba era dibujar y representar visualmente el mundo, eso me llevó a explorar los distintos caminos del arte; ya una hoja de papel y un lápiz no eran suficientes y nunca lo serán cuando quieres expresarle tantas cosas al mundo, un mundo con una población que debe empezar a concientizar lo que está bien y lo que está mal ya que si no lo hacemos nadie podrá salvarnos de nuestros propios pecados.
Debido a esto es que quiero llevar mi arte hacia otros caminos y perspectivas, usándola para el beneficio de toda la humanidad y para que seamos artistas de un mundo mejor, esto no significa que abandone el hecho de dibujar sobre el fútbol nacional, estas son mis pasiones y eso es algo imborrable en mí ser. Sin embargo, estando a solo meses de iniciar mis estudios universitarios buscando la mejor formación posible para llevarles estos mensajes al mundo y al país tuve que finalizar esta etapa como caricaturista del fútbol venezolano que impulsó mi carrera.
Hoy me dedico a explorar nuevas técnicas de trabajo, estudiar la vida de grandes artistas que han sido orgullo para nuestra humanidad y empezar un camino hacia un nuevo sueño… Dejar en alto el nombre de Venezuela en el exterior y, dentro de lo que pueda, dibujar un país y un mundo mejor.
Para finalizar quiero agradecerle a todas las personas que me han brindado su apoyo y oportunidades en esta etapa de mi carrera: medios de comunicación, colegas artistas, jugadores de fútbol, familiares, amigos y muy especialmente a la Barra del Caracas FC por tantos momentos únicos.
