Imagina que llevas a tu hijo a una competencia de Karate regional, nacional o internacional, lo que sea, llevas a tu hijo para apoyarlo, darle ánimos y ver su desarrollo en el torneo. Llevas ya tiempo viendo este tipo de torneos y sabes quién es el mejor karateca o cuales luchadores son muy buenos. Y justo le ha tocado al mejor karateca, con mejor técnica, el que da mejores golpes, y se desenvuelve de una manera majestuosa contra tu carajito. Que chimbo! Que mala suerte!
Entonces ahora yo les hago una pregunta.
Por qué el karateca sea muy bueno, ustedes van a dejar de apoyar a su hijo?
Por qué el karateca es el mejor del mundo, ustedes van a celebrar cada golpe que le mete a tu hijo?
Por qué tu hijo pierda frente a un karateca muy bueno, le vas a decir que es una mierda y que es una vergüenza?
Si respondieron que si a alguna de las preguntas que acabo de hacerles, no merecen ser padres.
Para mí, mi hijo siempre será el mejor, así quede muy golpeado, es más, jamás podría apoyar a alguien que humille a mi hijo.
Sangre Vinotinto.