En ese tiempo era profesor de secundaria, y para acabarla, era el bibliotecario. Siempre he sido callado y serio como profesor, pero en realidad soy muy distinto fuera de las aulas.
La Madre directora (además era colegio religioso) me pidió organizar una noche de talentos. Para esto les faltaban números, así que decidí pasar el ridículo de un maestro en el escenario. Me inscribí.
Llevo más de cuatro años practicando con pois y bastón, así que organicé una rutina de dos minutos.
No esperaba que me presentaran con tanto renombre, tenía a todo el Colegio aplaudiendo y gritando para que saliera. En cuanto estuve frente a todos, sentí el pánico al público, pero inicié...
Salió volando una de mis pois cuando estaba haciendo el espectáculo, la recogí y seguí. Lo notaron, pero no me di por vencido. ¿Qué fue lo que pasó? que cuando bajé del escenario estaba tan nervioso que olvidé recibir mis aplausos.
Tengo un video de mi presentación... lo miro de vez en vez y sonrío pensando en que mis alumnos recordarán eso y vendrá a sus mentes que vale la pena arriesgarse para romper esa imagen que tienen de ti y ver que eres feliz malabareando.

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Jaa na !!